En contra de la mayoría de los pronósticos (que en la recta final fueron pasándose de lado), el acompañante de Macri en la segunda vuelta es, finalmente, Filmus.
Con fama de títere, de delegado directo del poder presidencial, Filmus realizó una campaña que dedicó a mostrarse pegado al Presidente, pero a favor de la autonomía total de la Ciudad de Buenos Aires. Rompió con su perfil bajo, rasgó su imagen de tipo tranquilo (a más de uno sorprendió cuando se enojó con Telerman que no respondía a su pregunta “¿Dónde está el camino de la Ribera?”), potenció su imagen de intelectual y culto, y demostró que no lleva pelos en la lengua. ¿Consiguió algo con esto? Sin lugar a dudas. No sólo porque hoy está dentro del balotaje; logró, también, haber mostrado que, si bien viene a representar un proyecto nacional, su figura puede ser independiente de la de Kirchner o, por lo menos, desestimó la crítica que ya parece vieja de “títere”. Lo cierto, lo tangible, es que Kirchner y su juego político ya terminó.
¿Cómo? Telerman se diferenció del Gobierno Nacional, se juntó con Carrió y, así, se ganó un enemigo: el presidente. La pelea, ya personal, de Carrió y Kirchner convirtió a la primera vuelta en una lucha por el segundo puesto. Lo importante no era si Macri ganaba (eso ya estaba descontado desde el principio), lo importante era el final de la pulseada entre la rubia y el carilindo. Una pulseada de chicos “¿Quién es más fuerte en Capital?”.
Telerman perdió todos sus votos rápidamente. Los que lo buscaban como un aliado del Gobierno, pero independiente, se fueron cuando entró la Gorda. Los que lo querían como fuerte opositor dudaron de sus movimientos y sus idas y venidas (soy kirchnerista, son antikirchnerista, soy de izquierda, soy de derecha) y vieron en Macri una imagen mucho más potente y clara. Así, los votos de Telerman en las últimas dos semanas se fueron yendo como agua que se escurre entre los dedos. Ni su adelantamiento de las elecciones (que hoy pone en jaque su poder, leer la nota próxima), ni su manipulación de las encuestas pudo salvarlo.
¿Cuál fue el papel de Macri en todo esto? Se pudo ver claramente en el Debate. Se quedó mirando desde arriba, con cara de nada, mientras esa pelea entre Telerman y Filmus sumaba a su fórmula. Un eje de campaña inteligentísimo que no solo generó votos hacia Macri (que lo llevaron al altísimo porcentaje obtenido) sino también una imagen de “el que propone”. Si bien su imagen endeble en el Debate, fuertemente teatralizada, lo puso en duda, tuvo dos semanas para dejar que los otros se coman furiosamente mientras el “propuso”.
Los ganadores: Kirchner, Filmus y Macri.
Kirchner porque destruyó el poder de Carrió, a la que ya la Coalición Cívica le pidió la renuncia. ¿Carrió murió políticamente? Seguramente, o por lo menos está “en las últimas”.
Filmus consiguió su objetivo de pasar a segunda vuelta y quienes se reían de él tuvieron que irse en silencio o quedarse cambiando el discurso.
Macri es el gran ganador, sin lugar a dudas. Tiene un 46% a su favor y solo necesita un empujoncito.
¿Dificultades para él? Sí.
1) Tiene un 43% de imagen negativa, de gente que jamás lo votaría. Si bien su techo le permitiría ganar, se están creando cada vez más espacios antimacristas y la campaña estas tres semanas va a ser dura. Esto es peor si se tiene en cuenta que la primera vuelta fue bien tranquila para él.
2) El eje de campaña de Filmus ha cambiado. Ya bajó a quien tenía que bajar. Es hora de mostrar las diferencias entre su discurso y el Macrista. Quienes buscan propuestas (que posiblemente hayan votado al PRO en primera) tendrán razones para repensar su voto.
¿Ventajas? Sí. Está 22 puntos porcentuales más cerca de ganar que Filmus.
¿La conclusión? Se viene algo bien interesante. A diferencia de la primera vuelta, confío en que este tramo será más constructivo que destructivo.
Con fama de títere, de delegado directo del poder presidencial, Filmus realizó una campaña que dedicó a mostrarse pegado al Presidente, pero a favor de la autonomía total de la Ciudad de Buenos Aires. Rompió con su perfil bajo, rasgó su imagen de tipo tranquilo (a más de uno sorprendió cuando se enojó con Telerman que no respondía a su pregunta “¿Dónde está el camino de la Ribera?”), potenció su imagen de intelectual y culto, y demostró que no lleva pelos en la lengua. ¿Consiguió algo con esto? Sin lugar a dudas. No sólo porque hoy está dentro del balotaje; logró, también, haber mostrado que, si bien viene a representar un proyecto nacional, su figura puede ser independiente de la de Kirchner o, por lo menos, desestimó la crítica que ya parece vieja de “títere”. Lo cierto, lo tangible, es que Kirchner y su juego político ya terminó.
¿Cómo? Telerman se diferenció del Gobierno Nacional, se juntó con Carrió y, así, se ganó un enemigo: el presidente. La pelea, ya personal, de Carrió y Kirchner convirtió a la primera vuelta en una lucha por el segundo puesto. Lo importante no era si Macri ganaba (eso ya estaba descontado desde el principio), lo importante era el final de la pulseada entre la rubia y el carilindo. Una pulseada de chicos “¿Quién es más fuerte en Capital?”.
Telerman perdió todos sus votos rápidamente. Los que lo buscaban como un aliado del Gobierno, pero independiente, se fueron cuando entró la Gorda. Los que lo querían como fuerte opositor dudaron de sus movimientos y sus idas y venidas (soy kirchnerista, son antikirchnerista, soy de izquierda, soy de derecha) y vieron en Macri una imagen mucho más potente y clara. Así, los votos de Telerman en las últimas dos semanas se fueron yendo como agua que se escurre entre los dedos. Ni su adelantamiento de las elecciones (que hoy pone en jaque su poder, leer la nota próxima), ni su manipulación de las encuestas pudo salvarlo.
¿Cuál fue el papel de Macri en todo esto? Se pudo ver claramente en el Debate. Se quedó mirando desde arriba, con cara de nada, mientras esa pelea entre Telerman y Filmus sumaba a su fórmula. Un eje de campaña inteligentísimo que no solo generó votos hacia Macri (que lo llevaron al altísimo porcentaje obtenido) sino también una imagen de “el que propone”. Si bien su imagen endeble en el Debate, fuertemente teatralizada, lo puso en duda, tuvo dos semanas para dejar que los otros se coman furiosamente mientras el “propuso”.
Los ganadores: Kirchner, Filmus y Macri.
Kirchner porque destruyó el poder de Carrió, a la que ya la Coalición Cívica le pidió la renuncia. ¿Carrió murió políticamente? Seguramente, o por lo menos está “en las últimas”.
Filmus consiguió su objetivo de pasar a segunda vuelta y quienes se reían de él tuvieron que irse en silencio o quedarse cambiando el discurso.
Macri es el gran ganador, sin lugar a dudas. Tiene un 46% a su favor y solo necesita un empujoncito.
¿Dificultades para él? Sí.
1) Tiene un 43% de imagen negativa, de gente que jamás lo votaría. Si bien su techo le permitiría ganar, se están creando cada vez más espacios antimacristas y la campaña estas tres semanas va a ser dura. Esto es peor si se tiene en cuenta que la primera vuelta fue bien tranquila para él.
2) El eje de campaña de Filmus ha cambiado. Ya bajó a quien tenía que bajar. Es hora de mostrar las diferencias entre su discurso y el Macrista. Quienes buscan propuestas (que posiblemente hayan votado al PRO en primera) tendrán razones para repensar su voto.
¿Ventajas? Sí. Está 22 puntos porcentuales más cerca de ganar que Filmus.
¿La conclusión? Se viene algo bien interesante. A diferencia de la primera vuelta, confío en que este tramo será más constructivo que destructivo.
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